Autoridades del Estado de México entregaron los cuerpos de las 10 víctimas fatales del trágico accidente ocurrido el pasado fin de semana en la carretera Atlacomulco-San Felipe del Progreso. El choque, que involucró a un camión de carga y un autobús de pasajeros, dejó un saldo devastador, conmocionando a la comunidad y generando un profundo dolor entre las familias afectadas.
Según el reporte oficial, el accidente se produjo cuando el conductor del camión, presuntamente bajo los efectos del alcohol, perdió el control e invadió el carril contrario, colisionando de frente con el autobús que transportaba a trabajadores agrícolas. Las víctimas, entre las que se encontraban hombres y mujeres de entre 20 y 55 años, eran en su mayoría residentes de comunidades cercanas que regresaban a sus hogares tras una jornada laboral.
La entrega de los cuerpos se llevó a cabo en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Atlacomulco, en un ambiente cargado de dolor y consternación. Familiares y amigos de las víctimas se congregaron en el lugar, donde se vivieron escenas de llanto y despedidas.
“No es justo, eran personas trabajadoras, padres, hermanos… solo queremos justicia”, expresó María Guadalupe Hernández, hermana de una de las víctimas, entre lágrimas.
Las familias han alzado la voz para exigir que las autoridades investiguen a fondo las circunstancias del accidente y que se castigue con todo el peso de la ley al responsable. Asimismo, han solicitado apoyo económico y psicológico para enfrentar las pérdidas, ya que muchas de las víctimas eran el sustento principal de sus hogares.
“No solo perdimos a nuestros seres queridos, también nuestra estabilidad. Necesitamos que el gobierno nos ayude”, señaló Juan Pérez, padre de uno de los fallecidos.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México confirmó que el conductor del camión, identificado como José “N”, de 38 años, se encuentra detenido y enfrenta cargos por homicidio culposo y lesiones. Sin embargo, los familiares consideran que las medidas tomadas hasta ahora son insuficientes y demandan una investigación transparente que esclarezca si hubo negligencia por parte de la empresa transportista o de las autoridades encargadas de regular el tránsito en la zona.
Organizaciones locales y activistas se han sumado a las demandas, señalando que la carretera Atlacomulco-San Felipe del Progreso es conocida por su alto índice de accidentes debido a la falta de mantenimiento, señalización deficiente y la permisividad hacia conductores en estado de ebriedad. “Esto no es un caso aislado, es una tragedia que se pudo evitar. Las autoridades deben asumir su responsabilidad”, afirmó Laura Méndez, representante de una asociación civil local.
El gobierno municipal de Atlacomulco ha prometido brindar apoyo a las familias afectadas, incluyendo asistencia funeraria y orientación legal. Sin embargo, los deudos insisten en que estas medidas son insuficientes y que se requiere un compromiso real para garantizar que tragedias como esta no se repitan.
Mientras tanto, la comunidad se prepara para rendir homenaje a las víctimas con una ceremonia colectiva que se llevará a cabo este viernes en la plaza principal de Atlacomulco. “Queremos recordarlos como lo que eran: personas llenas de sueños y amor por sus familias. Pero también queremos que se haga justicia”, declaró una de las organizadoras del evento.
Este lamentable suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad vial en el Estado de México y la necesidad de implementar medidas más estrictas para prevenir accidentes. Las familias, por su parte, aseguran que no descansarán hasta que se esclarezcan los hechos y se garantice un apoyo integral para quienes hoy enfrentan el vacío dejado por sus seres queridos.

