Israel e Irán están sumidos en un conflicto que ya ha cobrado la vida de al menos 224 personas en Irán y 24 en Israel. La situación comenzó cuando Israel lanzó una serie de ataques aéreos contra instalaciones militares y nucleares en Irán, apuntando específicamente a la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Estos ataques, que Israel denominó “León Ascendente”, fueron respondidos por Irán con oleadas de misiles balísticos hacia territorio israelí.
El conflicto ha generado preocupación internacional, con líderes mundiales instando a una desescalada de la situación. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó la cumbre del G7 en Canadá para regresar a Washington y abordar la crisis. Trump ha sido claro en su postura, afirmando que busca “un verdadero final” al conflicto y no solo un alto el fuego. También ha advertido a Irán contra la idea de atacar bases o tropas estadounidenses en Oriente Medio, asegurando que “responderemos con dureza, sin rodeos”.
Las reacciones Internacionales son variadas.
Los Líderes del G7: Instaron a una “desescalada” en el conflicto y respaldaron el derecho de Israel a defenderse.
China: El presidente chino, Xi Jinping, expresó su profunda preocupación por las consecuencias de la ofensiva israelí y pidió una desescalada del conflicto “lo antes posible”.
El Rey de Jordania: Advirtió que los ataques de Israel a Irán representan una amenaza para la región y más allá.
Corea del Sur: Emitió una alerta de viaje de nivel 3 para todo el territorio iraní, recomendando a sus ciudadanos abandonar el país lo antes posible.
India: Recomendó a sus ciudadanos abandonar Teherán y extremar precauciones en Israel.
La situación continúa desarrollándose, con ambos lados intercambiando ataques y acusaciones. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución del conflicto, con la esperanza de una pronta resolución pacífica.