El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no escatimó en halagos hacia la princesa de Gales, Kate Middleton, durante el inicio de su segunda visita de Estado al Reino Unido, describiéndola públicamente como “radiante, saludable y hermosa”. El comentario, pronunciado en medio de un fastuoso banquete en el Castillo de Windsor, ha generado revuelo en los círculos reales y diplomáticos, destacando la admiración del mandatario por la elegancia de la futura reina.
La visita, que comenzó el miércoles 17 de septiembre, reunió a Trump y a la primera dama Melania en un encuentro con la Familia Real británica, encabezada por el rey Carlos III y la reina Camilla. Al descender del helicóptero Marine One en los jardines del Castillo de Windsor, Trump fue recibido por el príncipe William y Kate Middleton, quienes extendieron la bienvenida oficial en nombre de la monarquía. Fue en ese momento cuando el presidente, estrechando la mano de la princesa, le dijo: “Eres hermosa, tan hermosa”, según reveló un especialista en lectura labial al tabloide The Sun. Middleton respondió con una sonrisa cortés, aunque el gesto pareció sonrojarla ligeramente.
Durante el banquete de Estado posterior, Trump elevó sus elogios en un discurso ante el rey Carlos III y la familia real. “La princesa Kate es tan radiante y saludable, tan hermosa”, declaró el presidente, mientras el monarca y Middleton escuchaban atentamente. También alabó al príncipe William como “notable” y “asombroso”, subrayando la “relación especial” entre Estados Unidos y el Reino Unido que, según él, va más allá de lo diplomático. Estos comentarios contrastaron con la sobriedad del evento, donde se intercambiaron regalos simbólicos: los Trump obsequiaron al rey una réplica de la espada de Dwight D. Eisenhower, en recuerdo de la alianza en la Segunda Guerra Mundial, y a Camilla un broche de Tiffany con oro, diamantes y rubíes.
La princesa optó por un elegante vestido-abrigo monocromático en burdeos de Emilia Wickstead, complementado con un broche histórico perteneciente a la difunta princesa Diana, mientras que la primera dama lució un atuendo sobrio con guiños diplomáticos. Esta segunda visita de Estado de Trump al Reino Unido –la primera fue durante el reinado de Isabel II– busca fortalecer lazos transatlánticos, aunque ha sido criticada por su enfoque en Windsor en lugar de Buckingham Palace o el Parlamento.
La gira continúa este jueves con más actividades protocolarias, donde se espera que Trump y la Familia Real aborden temas globales como la seguridad y el comercio. Mientras tanto, los elogios al carisma de Kate Middleton siguen resonando, recordando el impacto perdurable de la princesa en la diplomacia internacional.
 
		
