El multimillonario mexicano Ricardo Salinas Pliego, uno de los hombres más ricos de México y dueño de gigantes como TV Azteca y Elektra, ha evitado una potencial detención en Estados Unidos al depositar una fianza de 25 millones de dólares. La medida, que surge de una disputa legal con la gigante de telecomunicaciones AT&T, fue revelada este miércoles por la agencia Bloomberg en una exclusiva firmada por el periodista Marcelo Rochabrun.
Según el reporte, Salinas Pliego y varias de sus empresas enfrentan una condena judicial en tribunales estadounidenses por no cumplir con pagos pendientes derivados de la venta de su negocio de telecomunicaciones a AT&T en 2014. La transacción, que involucró la adquisición de Iusacell por parte de la compañía estadounidense, dejó un rastro de deudas fiscales y obligaciones no saldadas que han escalado hasta convertirse en un litigio internacional. La corte ordenó inicialmente un depósito de 20 millones de dólares, pero Salinas optó por una fianza mayor para blindarse contra una orden de captura que pendía sobre su cabeza.
“Salinas Pliego y sus empresas se encuentran en desacato por no haber cubierto el pago original a AT&T”, detalla Bloomberg, señalando que la fianza actúa como garantía temporal mientras el caso avanza. Fuentes cercanas al proceso indican que, sin esta maniobra, el magnate podría haber sido arrestado al pisar suelo estadounidense, lo que habría complicado sus frecuentes viajes de negocios y placer a la nación vecina.
Este no es el primer roce de Salinas con las autoridades judiciales. El empresario, cuya fortuna se estima en 7.5 mil millones de dólares según el Bloomberg Billionaires Index, ha sido un actor controvertido en el panorama económico mexicano. En marzo de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum criticó públicamente una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que favoreció a Salinas en un caso de adeudos fiscales millonarios, afirmando que “todos los mexicanos deben pagar sus impuestos”. Sheinbaum, quien ha calificado repetidamente al magnate de evasor fiscal, ha chocado verbalmente con él en redes sociales, donde Salinas se presenta como un “libertario” y defensor de la economía de mercado libre.
El caso con AT&T se remonta a años atrás, pero cobró fuerza en noviembre de 2024, cuando un tribunal de EE.UU. impuso multas que se duplicaban diariamente por incumplimiento. Bloomberg reporta que, apenas tres días después de la sentencia inicial, Salinas movió millones de dólares fuera de jurisdicción estadounidense para evitar embargos. Esta táctica, aunque legal, ha sido calificada por analistas como un “juego de alto riesgo” que expone la fragilidad de sus holdings transfronterizos.
Además, TV Azteca, el buque insignia de Grupo Salinas, enfrenta presiones de acreedores en EE.UU. que reclaman más de 500 millones de dólares en deudas pendientes. En marzo de este año, los prestamistas intentaron transferir el caso a un nuevo juez para revitalizar sus esfuerzos de cobro, según otra nota.
Hasta el momento, Salinas Pliego no ha emitido un comunicado oficial sobre la fianza, pero su historial en redes sociales sugiere que no tardará en defenderse. Conocido por sus publicaciones incendiarias –donde reparte dinero en vivo o exhibe yates y autos de lujo–, el empresario ha utilizado plataformas como X (antes Twitter) para atacar a figuras políticas y defender su imperio. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, instó a ignorar las cuarentenas oficiales, priorizando la “libertad económica” sobre las medidas sanitarias.
Expertos en derecho internacional consultados por este medio ven en este episodio un recordatorio de los desafíos que enfrentan los tycoons mexicanos en el ecosistema global. “Salinas es un maestro en navegar laberintos legales, pero esta fianza es un costo alto que podría presionar sus finanzas en un momento de turbulencia económica”, opina un abogado especializado en litigios transfronterizos.
Mientras el caso avanza, la atención se centra en si AT&T intensificará sus demandas o si Salinas optará por un acuerdo extrajudicial. Por ahora, el magnate ha ganado tiempo –y evitado esposas– gracias a su chequera. En un país donde la desigualdad y los impuestos son temas candentes, este desarrollo podría avivar el debate sobre la accountability de los ultrarricos.

