En un movimiento que ha encendido las tensiones políticas en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha elevado sus acusaciones contra el senador de Morena, Adán Augusto López Hernández, al terreno internacional. El presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, anunció este martes la presentación de una denuncia formal ante agencias clave de Estados Unidos, incluyendo el FBI, la DEA, el Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro. Las imputaciones giran en torno a supuestos vínculos del exsecretario de Gobernación con actividades delictivas transfronterizas, como el robo de combustible (huachicol), contrabando y lavado de dinero.
La denuncia, divulgada a través de redes sociales y una conferencia de prensa en el Senado mexicano, describe un esquema criminal con “impacto transfronterizo” que involucraría a López Hernández en una red para robar petróleo crudo en México, transportarlo a territorio estadounidense para su refinación y reimportarlo de regreso. “Le escribo para brindar información sobre posibles actividades delictivas que involucran a ciudadanos mexicanos con vínculos significativos con el gobierno mexicano, quienes parecen estar involucrados en una organización criminal”, reza el documento compartido por Moreno, quien subraya que estas acciones violarían leyes federales de EE.UU.

El detonante principal de esta ofensiva priista es la reciente detención en Paraguay de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante el gobierno de López Hernández (2019-2021). Bermúdez, apodado “Comandante H”, es señalado como líder del grupo criminal “La Barredora”, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Tras su extradición a México el pasado 13 de septiembre, enfrenta cargos por asociación delictuosa, extorsión agravada y secuestro. Informes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), filtrados previamente por el colectivo hacktivista Guacamaya, sugieren que Bermúdez mantenía nexos con el crimen organizado incluso al momento de su nombramiento por López, quien era gobernador en ese entonces.
Moreno no se limitó a López: presentó lo que denominó el “Cártel de Macuspana”, una supuesta red encabezada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que incluiría a figuras como Alfonso Romo (exjefe de la Oficina de la Presidencia), Américo Villarreal (gobernador de Tamaulipas) y Alfonso Durazo (gobernador de Sonora). Según el líder priista, esta estructura habría facilitado la infiltración del narco en el gobierno de Morena, desde posiciones clave como la Secretaría de Gobernación, que López ocupó entre 2021 y 2023. “No fue casualidad ni un error, fue la decisión de López Obrador, de la mano del narcosenador Adán Augusto, para entregar al crimen organizado el control del gobierno”, afirmó Moreno en su cuenta de X, citando una encuesta de la firma Rubik que, según él, indica que el 93% de los mexicanos percibe a los senadores de Morena como aliados del crimen debido a estos lazos.
Esta no es la primera acción de Moreno contra el oficialismo. En julio pasado, el PRI presentó denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra López Obrador, su hijo Andrés Manuel

