Highgrove House, la emblemática residencia campestre del rey Carlos III, famosa por sus jardines ecológicos y su belleza natural, atraviesa una crisis laboral sin precedentes. Según informó The Sunday Times, desde marzo de 2022, 11 de los 12 jardineros que trabajaban en la propiedad han renunciado a sus puestos. Este éxodo masivo ha generado preocupación sobre las condiciones de trabajo en uno de los lugares más emblemáticos de la realeza británica.
De acuerdo con el diario, al menos la mitad de los jardineros recibía el salario mínimo del Reino Unido, un ingreso que muchos consideraron insuficiente para las demandas físicas y técnicas del empleo. Además, varios ex empleados denunciaron un ambiente laboral complicado, caracterizado por una “baja moral” generalizada entre el equipo. Estas revelaciones contrastan con la imagen de Highgrove como un modelo de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, principios que el rey Carlos III ha promovido durante décadas.
La situación plantea interrogantes sobre la gestión del personal en las residencias reales y podría presionar a la Casa Real para revisar las condiciones laborales en Highgrove. Mientras tanto, los jardines, que atraen a miles de visitantes cada año, enfrentan el desafío de mantener su esplendor con un equipo drásticamente reducido.