Un enemigo invisible acecha a los murciélagos de México. Científicos y autoridades ambientales han confirmado la presencia de Pseudogymnoascus destructans, un hongo letal que causa el síndrome de la nariz blanca, una enfermedad devastadora para las poblaciones de murciélagos. Según un reporte reciente de Mongabay, este patógeno, detectado en varias regiones del país, pone en riesgo a estos mamíferos voladores, fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas mexicanos.
El síndrome de la nariz blanca, identificado por primera vez en Norteamérica en 2006, ha causado estragos en poblaciones de murciélagos en Estados Unidos y Canadá, donde se estima que ha provocado la muerte de millones de ejemplares. El hongo ataca a los murciélagos durante su hibernación, debilitándolos al interrumpir su metabolismo y causar lesiones en la piel, lo que los lleva a agotar sus reservas de energía. En México, donde los murciélagos desempeñan un papel crucial en la polinización, el control de plagas y la dispersión de semillas, esta amenaza podría tener consecuencias ecológicas y económicas significativas.
La detección del hongo en México ha movilizado a expertos y conservacionistas, quienes trabajan contrarreloj para monitorear las cuevas y refugios donde hibernan los murciélagos. Aunque aún no se han reportado pérdidas masivas como en otros países, la presencia del hongo enciende las alarmas, ya que muchas especies mexicanas, como el murciélago magueyero (Leptonycteris yerbabuenae), son esenciales para la polinización de cultivos como el agave, base de la industria del tequila y el mezcal.
Las autoridades han instado a la población a evitar el ingreso a cuevas y minas donde habitan murciélagos, ya que los humanos pueden transportar el hongo sin saberlo, propagándolo a otras colonias. Asimismo, se están implementando medidas de bioseguridad, como la desinfección de equipos y ropa de espeleólogos, para frenar su dispersión. Los científicos también investigan si las especies mexicanas podrían tener alguna resistencia natural al hongo, lo que podría abrir una esperanza para su conservación.
Organizaciones ambientalistas han hecho un llamado urgente a aumentar los esfuerzos de monitoreo y protección de los murciélagos, así como a educar a la población sobre su importancia ecológica.
“Los murciélagos son aliados silenciosos de la naturaleza. Sin ellos, nuestros ecosistemas y nuestra agricultura enfrentarían un impacto devastador”, señaló un portavoz de una ONG dedicada a la conservación de la biodiversidad.
Mientras México enfrenta esta nueva amenaza, la colaboración entre científicos, autoridades y la sociedad será clave para proteger a estas criaturas esenciales y evitar que el síndrome de la nariz blanca se convierta en una catástrofe ecológica en el país. La lucha contra este enemigo silencioso apenas comienza.

